Mientras que la mente subconsciente puede ejecutar todos los sistemas internos y masticar chicle al mismo tiempo, la mente consciente de sí misma, mucho más pequeña, solo puede hacer malabares con una pequeña cantidad de tareas simultáneamente. Aunque su capacidad para realizar múltiples tareas está restringida físicamente, la mente consciente de sí entrenada es bastante experta en la "tarea única". Es el órgano de enfoque y concentración. Alguna vez se pensó que algunas de las funciones involuntarias del cuerpo, como la regulación de los latidos del corazón, la presión arterial y la temperatura corporal, estaban más allá del control de la mente consciente de sí misma. Sin embargo, los yoguis y otros practicantes expertos han demostrado claramente que la mente puede controlar presuntas funciones "involuntarias". La mayoría de nosotros hemos experimentado cómo la mente controla tales funciones cuando nos emocionamos, nos alegramos o nos entristecemos al ver una película o cuando nos despertamos de un sueño aterrador con el corazón latiendo con fuerza y empapado de sudor. Una imaginación vívida controla las funciones autónomas tanto como los eventos reales.
Las mentes subconscientes y autoconscientes funcionan como un maravilloso equipo de etiqueta en tándem. El papel de la mente subconsciente es controlar cada comportamiento que no es atendido por la mente consciente de sí misma. Para la mayoría de nosotros, la mente consciente de sí misma está tan preocupada con pensamientos sobre el pasado, el futuro o comprometida con algún problema en nuestra imaginación, que dejamos el día a día, momento a momento, "conducir" para la mente subconsciente. Los neurocientíficos cognitivos revelan que la mente subconsciente profundamente más poderosa es responsable del 95-99% de nuestra actividad cognitiva y, por lo tanto, controla casi toda nuestra
decisiones, acciones, emociones y comportamientos. (Szegedy-Maszak, 2005)
Los programas conductuales más poderosos e influyentes en la mente subconsciente se adquirieron durante el período formativo entre la gestación y los seis años de edad. Aquí está el truco: estos programas subconscientes que moldean la vida son descargas directas derivadas de la observación de nuestros maestros principales: nuestros padres, hermanos y la comunidad local. Desafortunadamente, como los psicólogos saben muy bien, muchas de las percepciones adquiridas sobre nosotros mismos en este período formativo se expresan como creencias limitantes y autosabotantes. (Lipton, 1998, 2001)
Sin que la mayoría de los padres lo sepan, las mentes de sus hijos registran continuamente sus palabras y acciones. Dado que el papel de la mente es hacer coherencia entre sus programas y la vida real, el cerebro genera respuestas conductuales adecuadas a los estímulos de la vida para asegurar la "verdad" de las percepciones programadas.
Referencias:
Lipton, BH, Nature, Nurture y el poder del amor. Revista de Psicología y Salud Prenatal y Perinatal 13: 3 - 10 1998.
Lipton, BH, Naturaleza, Nutrición y Desarrollo Humano. Revista de Psicología y Salud Prenatal y Perinatal 16: 167-180 2001.
Szegedy-Maszak, M., Misterios de la mente: su inconsciente está tomando sus decisiones diarias. US News & World Report, 28 de febrero de 2005